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Plegarias Eucarísticas


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XXX Domingo Ordinario

29 de octubre de 2023
XXX Domingo Ordinario
MONICIÓN DE ENTRADA
Hermanos, bienvenidos a la fiesta del Señor y de la comunidad. Hoy, vamos a abrir el oído a la Palabra de nuestro Dios. Hoy, vamos a renovar nuestra alianza con Dios. Hoy, vamos a escuchar los gemidos de los hermanos y les vamos a abrir el corazón. Hoy, vamos a celebrar una fiesta con nuestro Dios.
Comencemos, de, pie con la antífona y el canto de entrada.
RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 104, 3-4
Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen al Señor y serán fuertes; busquen su rostro sin descanso.
Canto de entrada
Coro
¡Despertemos, llega Cristo!
¡Ven, Señor Jesús!
¡Acudamos a su encuentro!
¡Ven, Señor!
Estrofa 1
La Iglesia espera tu venida, mi Dios
¡Ven, Señor Jesús! (Maranatha)
Y llena de alegría canta
¡Ven, Señor Jesús! (Maranatha)
Coro
¡Despertemos, llega Cristo!
¡Ven, Señor Jesús!
¡Acudamos a su encuentro!
¡Ven, Señor!

PORQUE ES NAVIDAD

Quieres saber una cosa?
Ya se acerca navidad
Prepara una gran sonrisa
Hay mucho que celebrar
Quieres, quieres saber lo importante
Todo depende de ti
Con el corazón a punto
Porque es navidad

Pon los adornos, saca las luces, el nacimiento está
Coloca el árbol, un villancico y la estrella brillará
Y siempre recuerda ésta canción

Quieres saber una cosa?
Ya se acerca navidad
Prepara una gran sonrisa
Hay mucho que celebrar
Quieres, quieres saber lo importante
Todo depende de ti
Con el corazón a punto
Porque es navidad

Ya llega el niño, María duerme, San José en el portal
Junto a los reyes prepara todo la fiesta va a empezar
Este es el día especial

Quieres saber una cosa?
Ya se acerca navidad
Prepara una gran sonrisa
Hay mucho que celebrar
Quieres, quieres saber lo importante
Todo depende de ti
Con el corazón a punto
Con el corazón a punto
Con el corazón a punto
Porque es navidad
Porque es navidad

En el nombre del Padre,
y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
SALUDO
Que la paz y el amor de Dios estén con todos ustedes.
Y con tu espíritu.
ACTO PENITENCIAL
Para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados.
(Silencio)

Tú, Sumo Sacerdote que has ofrecido un sacrificio de expiación por nuestros pecados entregando tu propia vida:

Señor, ten piedad.

Señor, ten piedad.

Tú, Luz del Mundo, que curas nuestra ceguera y haces resplandecer en nosotros la luz de la fe:

Cristo, ten piedad.

Cristo, ten piedad.

Tú, Fuente del Amor, que enciendes en nosotros la alegría y nos muestras el camino del Reino:

Señor, ten piedad.

Señor, ten piedad.

Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
Amén

GLORIA

ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, y para que merezcamos alcanzar lo que nos prometes, concédenos amar lo que nos mandas. Por nuestro Señor Jesucristo ...
Amén
Tomen asiento daremos inicio a la:
LITURGIA DE LA PALABRA
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA
Esto dice el Señor a su pueblo, en este Sinaí que es nuestro templo. El mal que haces a los más humildes llega hasta mí y me ofende y me subleva. Deja de hacerlo. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.
PRIMERA LECTURA
Del libro del Éxodo 22, 20-26

Esto dice el Señor a su pueblo: "No hagas sufrir ni oprimas al extranjero, porque ustedes fueron extranjeros en Egipto. No explotes a las viudas ni a los huérfanos, porque si los explotas y ellos claman a mí, ciertamente oiré yo su clamor; mi ira se encenderá, te mataré a espada, tus mujeres quedarán viudas y tus hijos, huérfanos.

Cuando prestes dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portes con él como usurero, cargándole intereses.

Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, devuélveselo antes de que se ponga el sol, porque no tiene otra cosa con qué cubrirse; su manto es su único cobertor y si no se lo devuelves, ¿cómo va a dormir? Cuando él clame a mí, yo lo escucharé, porque soy misericordioso".

Palabra de Dios

Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 17
Tú, Señor, eres mi refugio.
Tú, Señor, eres mi refugio.

Yo te amo, Señor,
tú eres mi fuerza,
el Dios que me protege
y me libera.

Tú, Señor, eres mi refugio.

Tú eres mi refugio, mi salvación,
mi escudo, mi castillo.
Cuando invoqué al Señor de mi esperanza,
al punto me libró de mi enemigo.

Tú, Señor, eres mi refugio.

Bendito seas, Señor, que me proteges;
que tú, mi salvador, seas bendecido.
Tú concediste al rey grandes victorias
y mostraste tu amor a tu elegido.

Tú, Señor, eres mi refugio.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA
Recibir la Palabra es recibir la alegría del Espíritu. Recibir la Palabra es convertirse a Dios. Pablo se siente orgulloso de su misión y de su comunidad. Nosotros también nos situamos ante Dios y su Palabra para acogerla. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.
SEGUNDA LECTURA
De la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1, 5-10

Hermanos: Bien saben cómo hemos actuado entre ustedes para su bien. Ustedes, por su parte, se hicieron imitadores nuestros y del Señor, pues en medio de muchas tribulaciones y con la alegría que da el Espíritu Santo, han aceptado la palabra de Dios en tal forma, que han llegado a ser ejemplo para todos los creyentes de Macedonia y Acaya, porque de ustedes partió y se ha difundido la palabra del Señor; y su fe en Dios ha llegado a ser conocida, no sólo en Macedonia y Acaya, sino en todas partes; de tal manera, que nosotros ya no teníamos necesidad de decir nada.

Porque ellos mismos cuentan de qué manera tan favorable nos acogieron ustedes y cómo, abandonando los ídolos, se convirtieron al Dios vivo y verdadero para servirlo, esperando que venga desde el cielo su Hijo, Jesús, a quien él resucitó de entre los muertos, y es quien nos libra del castigo venidero.

Palabra de Dios

Te alabamos, Señor.

MONICIÓN AL EVANGELIO
El corazón del cristiano no puede estar dividido. Jesús, con sus palabras y su vida, nos dice que en el proyecto de Dios no hay división. Amar a Dios es amar a los hombres y amar a los hombres es amar a Dios. Dos mandamientos pero un solo amor. Escuchemos la proclamación del evangelio
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 14:23
Aleluya, Aleluya
Coro
Aleluya, aleluya
Aleluya, aleluya.
Estrofa 1
Ven Señor Jesús,
a darnos la paz.
Coro
Aleluya, aleluya
Aleluya, aleluya.
El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre lo amará y vendremos a él.
Aleluya, Aleluya
EVANGELIO
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.

Del santo Evangelio según san Mateo 22, 34-40
Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, habiéndose enterado los fariseos de que Jesús había dejado callados a los saduceos, se acercaron a él. Uno de ellos, que era doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?".

Jesús le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se fundan toda la ley y los profetas".

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

Tomen asiento
HOMILÍA
Pasión por Dios y compasión por el ser humano

Cuando olvidan lo esencial, fácilmente se adentran las religiones por caminos de mediocridad piadosa o de casuística moral, que no solo incapacitan para una relación sana con Dios, sino que pueden dañar gravemente a las personas. Ninguna religión escapa a este riesgo.

La escena que se narra en los evangelios tiene como trasfondo una atmósfera religiosa en que sacerdotes y maestros de la ley clasifican cientos de mandatos de la Ley divina en «fáciles» y «difíciles», «graves» y «leves», «pequeños» y «grandes». Casi imposible moverse con un corazón sano en esta red.

La pregunta que plantean a Jesús busca recuperar lo esencial, descubrir el «espíritu perdido»: ¿cuál es el mandato principal?, ¿qué es lo esencial?, ¿dónde está el núcleo de todo? La respuesta de Jesús, como la de Hillel y otros maestros judíos, recoge la fe básica de Israel: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser». «Amarás a tu prójimo como a ti mismo».

Que nadie piense que, al hablar del amor a Dios, se está hablando de emociones o sentimientos hacia un Ser imaginario, ni de invitaciones a rezos y devociones. «Amar a Dios con todo el corazón» es reconocer humildemente el Misterio último de la vida; orientar confiadamente la existencia de acuerdo con su voluntad: amar a Dios como Padre, que es bueno y nos quiere bien.

Todo esto marca decisivamente la vida, pues significa alabar la existencia desde su raíz; tomar parte en la vida con gratitud; optar siempre por lo bueno y lo bello; vivir con corazón de carne y no de piedra; resistirnos a todo lo que traiciona la voluntad de Dios negando la vida y la dignidad de sus hijos e hijas.

Por eso el amor a Dios es inseparable del amor a los hermanos. Así lo recuerda Jesús: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». No es posible el amor real a Dios sin escuchar el sufrimiento de sus hijos e hijas. ¿Qué religión sería aquella en la que el hambre de los desnutridos o el exceso de los satisfechos no planteara pregunta ni inquietud alguna a los creyentes? No están descaminados quienes resumen la religión de Jesús como «pasión por Dios y compasión por la humanidad».

Nos ponemos de pie
Credo Niceno-Constantinopolitano
CREDO NICENO-CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un solo Dios,
Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;

que por nosotros, los hombres,
y por nuestra salvación bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre;

y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día,
según las Escrituras, y subió al cielo,

y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.

Creo en la Iglesia, que es una,
santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo Bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro.
Amén.

PLEGARIA UNIVERSAL

Hermanos y hermanas, lo único que cuenta es el amor. No creemos en una serie de normas que tenemos que cumplir; sino que creemos en el Amor que es fuente de Vida siempre y en toda circunstancia. Oremos:

El verdadero amor es siempre sin medida.

El verdadero amor es siempre sin medida.

• Que la Iglesia proclame el Amor de Dios al estilo de Jesús: entregándose a todos y en especial a los más pobres; situándose siempre junto a los más desfavorecidos de este mundo.

El verdadero amor es siempre sin medida.

• Que los creyentes tengamos siempre una palabra, y un gesto amable, que suscite vida en toda circunstancia, que regale, amor, ternura, humanidad, paz.

El verdadero amor es siempre sin medida.

• Que optemos responsablemente por vivir la vida en clave de amor: amor que incluye, amor que se entrega, amor que acoge, amor que perdona, amor que regala vida.

El verdadero amor es siempre sin medida.

• Que seamos próximos de quienes nunca se han sentido amados por nadie, que nuestros pasos nos conduzcan hacía lo pequeño, lo sin brillo, lo considerado no productivo ni válido en nuestra sociedad.

El verdadero amor es siempre sin medida.

• Que hagamos, entre todos, posible la paz; que seamos fermento de paz en nuestros contextos personales; que pongamos paz lejos poniendo paz cerca.

El verdadero amor es siempre sin medida.

ORACION POR LAS VOCACIONES

Oh, Jesús,
Pastor eterno de las almas,
dígnate mirar
con ojos de misericordia
a esta porción de tu grey amada.
Señor, gemimos en la orfandad,
danos vocaciones,
danos sacerdotes y religiosos santos.
Te lo pedimos por la Inmaculada
Virgen María de Guadalupe,
tu dulce y Santa Madre.
Oh Jesús, danos sacerdotes y religiosos
según tu corazón. Amén.

Pueden sentarse, ahora iniciamos la:
LITURGIA EUCARÍSTICA
MONICIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe Padre misericordioso, este pan y este vino. Te los presentamos agradecidos porque tu amor los convertirán en el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo.
CANTO DE OFRENDAS
Estrofa 1
En la espera de que vengas, oh Señor,
preparamos esta ofrenda bajo el sol,
bajo el sol que nos anuncia,
la pronta llegada tuya
preparamos nuestro corazón.
Coro
Y recibe, oh Dios, mi vida
que la traigo aquí rendida
y transfórmala en tu amor.
Estrofa 2
Con el trigo, el trajín de una jornada,
con el vino, la alegría y el amor,
toma nuestras esperanzas,
sacrificios de alabanzas
que sean gratos a tu corazón.
Coro
Y recibe, oh Dios, mi vida
que la traigo aquí rendida
y transfórmala en tu amor.

A TI, SEÑOR

A ti Señor, levantaré mi alma
A ti Señor, levantaré mi alma
Oh Dios mío en ti confío,
no sea yo avergonzado, no se alegren
de mí mis enemigos.

De los pecados de mi juventud
y de mis rebeliones no te acuerdes más.
Oh Dios mío en ti confío,
no sea yo avergonzado, no se alegren
de mí mis enemigos.

¿Quién es el hombre que teme al Señor?
Él le enseñará el camino a seguir.
Oh Dios mío en ti confío,
no sea yo avergonzado, no se alegren
de mí mis enemigos.

Mira mi aflicción y mi trabajo
y perdóname mis pecados.
Oh Dios mío en ti confío,
no sea yo avergonzado, no se alegren
de mí mis enemigos.

Guarda mi alma y líbrame
no sea yo avergonzado porque en ti confíe
Oh Dios mío en ti confío,
no sea yo avergonzado, no se alegren
de mí mis enemigos.

Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros pan de vida.

Por el misterio de esta agua y este vino, haz que compartamos la divinidad de quien se ha dignado participar de nuestra humanidad.

Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; Él será para nosotros bebida de salvación.

Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde; que éste sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios nuestro.

Lava del todo mi delito. Señor, y limpia mi pecado.

De pie

Oren, hermanos, para que este sacrificio, mío y de ustedes, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Mira, Señor, los dones que presentamos a tu majestad, para que lo que hacemos en tu servicio esté siempre ordenado a tu mayor gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén

El Señor esté con ustedes.

Y con tu espíritu.

Levantemos el corazón

Lo tenemos levantado hacia el Señor.

Demos gracias al Señor, nuestro Dios

Es justo y necesario

PREFACIO: Compasión

Elevamos a Ti, Padre Dios, esta oración de agradecimiento por la maravilla de creación y el don de la vida. Pero reconocemos con pesar que te estamos defraudando. Muchos de nuestros hermanos, no lejos de nosotros, malviven y mueren de hambre y sed.

No querríamos seguir siendo insensibles a tanto dolor, cuando hoy día tenemos a nuestro alcance las vías de compartir el pan que nos das cada día. Sabemos que nuestra única ofrenda posible no es pretender agasajarte con nuestro ridículo incienso sino servir y ayudar a los hermanos más necesitados y como Tú, darnos sin esperar retorno.

Gracias, Padre bueno, porque nos mueves a ser generosos y a compadecernos de los pobres que más nos necesitan. Nos sale del alma bendecir tu nombre.

SANTO

Estrofa 1
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del universo,
llenos están, el cielo y la tierra,
de tu gloria, hosanna
Coro
Hosanna, hosanna,
hosanna en el cielo,
hosanna, hosanna,
hosanna en el cielo.
Estrofa 2
Bendito el que viene
en el nombre del Señor,
hosanna en el cielo,
hosanna.
Coro
Hosanna, hosanna,
hosanna en el cielo,
hosanna, hosanna,
hosanna en el cielo.

SANTO

Santo, Santo, Santo, El Señor Dios del Universo
el cielo y la tierra están llenos de su gloria.

Hosanna, hosanna, hosanna en lo alto del cielo
Hosanna, hosanna, hosanna en lo alto del cielo.

Bendito el que viene en el nombre del Señor

Hosanna, hosanna, hosanna en lo alto del cielo
Hosanna, hosanna, hosanna en lo alto del cielo.

Dios y Padre nuestro, gracias por tu hijo Jesús. A la luz de su vida, la religión ha cambiado de sentido. Nos llegó a decir que no es posible amarte a Ti si no queremos y cuidamos a nuestros prójimos. Nos puso magníficos ejemplos que no se olvidan, como el del buen samaritano o el de Epulón y Lázaro. Y nos enseñó que no es mayor a tus ojos quien domina sino quien sirve.

Él mismo no quiso ser servido sino servir, y derivó todo el amor que te tenía en cuidar a los enfermos, consolar a quienes sufrían, dar la dignidad a cuantos la sociedad había marginado. Jesús comprometió su vida con su mensaje de liberación y aceptó una muerte de esclavos como un último servicio.

Consagración del Pan y el Vino

Por eso te suplicamos, Padre, derrames el poder de tu Santo Espíritu sobre estas ofrendas para que se nos conviertan en el Cuerpo y la Sangre de tu hijo Jesucristo Señor nuestro, porque él mismo, la noche en que iban a entregarlo, cogió un pan, dio gracias, lo partió y dijo:

Tomen y coman todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por ustedes.

Después de cenar, hizo igual con la copa, diciendo:

Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los pecados.

Hagan esto en conmemoración mía.

Éste es el Misterio de la fe. Cristo nos redimió.

Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte. Señor, hasta que vuelvas.

Hemos recordado, Padre santo, la vida y muerte de Jesús. Te agradecemos una vez más su revolucionaria palabra. Convéncenos, Padre, de lo que tantas veces nos dijo: que no es ningún honor ser servidos, que la verdadera satisfacción está en sentirse útiles a otros y que hemos de luchar por la implantación de tu Reino y hacer desaparecer de la Tierra tanta pobreza y miseria.

No nos podemos consentir que mueran tantos hermanos de hambre y sed, en el olvido, ante nuestra indiferencia. Quizás no seamos conscientes de que somos Epulón, los que oprimimos en un mundo, tan global para nosotros como distante y perdido para otros.

Necesitamos tu Espíritu, tu fuerza, para convertirnos de raíz, desde nuestro yo más íntimo, reorientar nuestra vida y ponerla al servicio de los demás.

Ten piedad, Señor, del Papa Francisco, de nuestro Obispo Carlos, sus Obispos auxiliares, presbíteros y diáconos del mundo entero, y de los que, aun llamándose tus siervos, enturbian tu mensaje con vanidades y ansias de poder y bendice a cuantos en tu nombre dedican en silencio su vida a los demás.

Unidos en espíritu a todas las personas sencillas y buenas, recordando a María, la que se llamó esclava del Señor, a san José su esposo, los apóstoles y discípulos, santos y mártires que, a lo largo de la historia, en Jesús, nuestro hermano y Salvador, queremos honrarte, Padre nuestro y serte siempre fieles.

Recibe en tu eterna morada, padre bueno, a nuestros hermanos que murieron, que confiaron en tu infinita misericordia y descansen en tu paz. Amén.

Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
Amén.
RITO DE COMUNIÓN

Antes de participar en el banquete de la Eucaristía, signo de reconciliación y vínculo de unión fraterna, oremos juntos como el Señor nos ha enseñado:

Padre Nuestro
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros
perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

Líbranos de todos los males, Señor y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.
Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: "La paz les dejo, mi paz les doy", no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
La paz del Señor esté siempre con ustedes.
Y con tu espíritu.
Compartamos un cordial saludo de paz.
CORDERO
Estrofa 1
Cordero de Dios que quitas
el pecado del mundo.
ten piedad de nosotros
ten piedad de nosotros.
Estrofa 2
Cordero de Dios que quitas
el pecado del mundo.
ten piedad de nosotros
ten piedad de nosotros.
Estrofa 3
Cordero de Dios que quitas
el pecado del mundo.
danos la paz, danos la paz,
danos, danos, danos la paz,
danos, danos, danos la paz.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo
Ten piedad de nosotros, ten piedad de nosotros.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo
Ten piedad de nosotros, ten piedad de nosotros.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo
Danos la paz, danos la paz.

El Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, unidos en este cáliz, sean para nosotros alimento de vida eterna.

Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que por voluntad del Padre, cooperando el Espíritu Santo,diste con tu muerte la vida al mundo, líbrame, por la recepción de tu Cuerpo y de tu Sangre, de todas mis culpas y de todo mal.

Concédeme cumplir siempre tus mandamientos y jamás permitas que me separe de ti.

Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una Palabra tuya bastará para sanarme.
MOTIVACIÓN A LA ANTÍFONA DE COMUNIÓN

Antes de recibir a Jesús Eucaristía, digamos juntos la Antífona de la Comunión.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 19, 6

Nos alegraremos en tu victoria y cantaremos alabanzas en el nombre de nuestro Dios.

Pueden sentarse
CANTO DE COMUNIÓN
Estrofa 1
Una voz clama en el yermo:
"preparad los caminos a Dios",
su verbo proclama su gloria
y aquellos que creen la verán.
Coro
Ven Señor de la justicia,
ven Jesús nuestra esperanza
ven Señor de la justicia,
ven Jesús nuestra esperanza.
Estrofa 2
El Espíritu está sobre ti, Jesús,
la Buena Nueva a los pobres traes,
la libertad al cautivo,
la luz a los ciegos das.
Coro
Ven Señor de la justicia,
ven Jesús nuestra esperanza
ven Señor de la justicia,
ven Jesús nuestra esperanza.
Estrofa 3
Por nuestra desobediencia
entró el dolor en el mundo,
mas Tú cargando con ella
rescatas a la humanidad.
Coro
Ven Señor de la justicia,
ven Jesús nuestra esperanza
ven Señor de la justicia,
ven Jesús nuestra esperanza.
Estrofa 4
Bendito seas, Dios de Israel,
porque eres fiel a tu alianza
y has liberado a tu pueblo
de toda injusticia y temor.
Coro
Ven Señor de la justicia,
ven Jesús nuestra esperanza
ven Señor de la justicia,
ven Jesús nuestra esperanza.


 


 

VEN SEÑOR

Mi Jesús, hoy quiero cantar
Que mi corazón dispuesto está
Tu amor y Tu majestad
En el una cuna encontrarán

Por eso ven, ven Señor,
Ilumina al mundo entero
Con tu paz y amor.
Ven Señor
Enciende otra vez el fuego
De mi corazón.
Ven Señor
Que hoy también yo quiero
Sentir tu calor.
Ven Señor
Que un pesebre encontrarás
En mi corazón.

Entra en mí, otra vez Señor,
como en mi primera comunión
no soy el mejor, pero aquí estoy,
se que tú me quieres tal cual soy.

Por eso ven, ven Señor,
Ilumina al mundo entero
Con tu paz y amor.
Ven Señor
Enciende otra vez el fuego
De mi corazón.
Ven Señor
Que hoy también yo quiero
Sentir tu calor.
Ven Señor
Que un pesebre encontrarás
En mi corazón.

Al cerrar, mis ojos Señor,
te siento muy cerquita de mi,
y al mirar tu rostro mi Dios
yo siempre te veo sonreír.

Por eso ven, ven Señor,
Ilumina al mundo entero
Con tu paz y amor.
Ven Señor
Enciende otra vez el fuego
De mi corazón.
Ven Señor
Que hoy también yo quiero
Sentir tu calor.
Ven Señor
Que un pesebre encontrarás
En mi corazón.

A veces Señor, me niego a Tu amor,
camino sin pensar en ti,
por eso Jesús, te pido perdón,
y me acerco confiado en Tu amor.

Por eso ven, ven Señor,
Ilumina al mundo entero
Con tu paz y amor.
Ven Señor
Enciende otra vez el fuego
De mi corazón.
Ven Señor
Que hoy también yo quiero
Sentir tu calor.
Ven Señor
Que un pesebre encontrarás
En mi corazón.


 


 


 

Avisos Parroquiales
AVISOS PARROQUIALES
  • El próximo viernes 03 de noviembre tendremos a las 12 del día la Misa de Unción de Enfermos.
  • El viernes a las 19h tendremos la misa mensual con las religiosas de nuestra comunidad.
  • Gracias por su cooperación para las misiones
  • Tómbola.
  • Pedimos su cooperación con dulces para el Holy Win. Empezaremos a las 19h y terminaremos a las 22h
  • Quienes deseen compartir las fotos de sus difuntos en nuestra ofrenda, por favor enviarlas al correo miciensvf@gmail.com
  • De pie
    ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

    Que tus sacramentos, Señor, produzcan en nosotros todo lo que significan, para que lo que ahora celebramos en figura lo alcancemos en su plena realidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

    Amén.

    RITO DE CONCLUSIÓN

    El Señor esté con ustedes

    Y con tu espíritu

    La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes.

    Amén

    MOTIVACIÓN A LA SALIDA

    Vayamos a compartir nuestro amor con nuestros hermanos

    Glorifiquen al Señor con su vida. Pueden ir en paz.

    Demos gracias a Dios.

    CANTO DE SALIDA
    Estrofa 1
    Si no soy capaz de dar mi vida por amor.
    Si no puedo yo entregarle todo a los demás.
    Si al abrir los labios no predico la verdad.
    Soy hoja en el viento, nada soy.
    Estrofa 2
    Si no puedo amar más que a mi pobre corazón.
    Si no entiendo en pleno la palabra caridad.
    Si cuando he caído no hago nada por cambiar.
    Soy grano de arena, nada soy.
    Coro
    Tú me transformas, Señor, a cada instante,
    por ti yo puedo cambiar para salvarme,
    dame tu mano y verás dame esperanza,
    como la lluvia a la flor tu me haces falta,
    sólo con Dios ya lo ves,
    tengo un nuevo corazón.
    Tú tienes tantas formas de amar.
    Tú tienes tantas formas de amar.

    UNA ENTRE TODAS

    Una entre todas fue la escogida;
    fuiste Tú, María, la elegida,
    Madre del Señor, Madre del Salvador.

    María, llena de gracia y consuelo,
    ven a caminar con el pueblo,
    nuestra Madre eres Tú.
    María, llena de gracia y consuelo,
    ven a caminar con el pueblo,
    nuestra Madre eres Tú.

    María, llena de gracia y consuelo,
    ven a caminar con el pueblo,
    nuestra Madre eres Tú.
    María, llena de gracia y consuelo,
    ven a caminar con el pueblo,
    nuestra Madre eres Tú.

     

    Num. de visitas únicas del 03 de junio al 06 de diciembre: 28699

     

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