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Plegarias Eucarísticas


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XXXIII Domingo Ordinario

19 de noviembre de 2023
XXXIII Domingo Ordinario
MONICIÓN DE ENTRADA
Próximos a celebrar la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, nos reunimos para celebrar la Eucaristía dominical, fuente y cumbre de nuestra vida cristiana, en la que en el contexto de la Jornada Mensual Nacional de Oración por la paz, pedimos para que, ante el deterioro del tejido social, la división, la corrupción y los múltiples daños que la violencia ha provocado, seamos un pueblo lleno de esperanza cristiana, que, de frente a estas situaciones, actuemos decididamente para transformarlas. Además, unamos nuestra oración a la generosidad de tantos que ayudan para que las comunidades de Guerrero que fueron afectadas por el huracán pronto puedan tener espacios dignos y habitables. Al mismo tiempo, hoy que celebramos el Día mundial para la prevención del abuso contra los niños y el Día nacional contra el abuso sexual infantil, pidamos para que pronto salgamos de esta sombra de la vergüenza y del silencio. La liturgia de la palabra de este Domingo, pone énfasis en la fidelidad en las cosas y encargos pequeños que el Señor nos hace y cómo espera que seamos buenos servidores haciendo que fructifique lo que él nos ha encargado. Que nuestra participación en esta Eucaristía, nos impulse en esta tarea de ser constructores de paz, ya que el Señor espera que seamos siervos buenos y fieles transformando nuestra realidad y superando esta etapa oscura por la que atraviesa nuestro País. Entonemos, con alegría, la antífona y el canto de entrada.
RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE ENTRADA Jr 29, 11. 12. 14
Yo tengo designios de paz, no de aflicción, dice el Señor. Ustedes me invocarán y yo los escucharé y los libraré de la esclavitud donde quiera que se encuentren.
Canto de entrada
Coro
¡Despertemos, llega Cristo!
¡Ven, Señor Jesús!
¡Acudamos a su encuentro!
¡Ven, Señor!
Estrofa 1
La Iglesia espera tu venida, mi Dios
¡Ven, Señor Jesús! (Maranatha)
Y llena de alegría canta
¡Ven, Señor Jesús! (Maranatha)
Coro
¡Despertemos, llega Cristo!
¡Ven, Señor Jesús!
¡Acudamos a su encuentro!
¡Ven, Señor!

PORQUE ES NAVIDAD

Quieres saber una cosa?
Ya se acerca navidad
Prepara una gran sonrisa
Hay mucho que celebrar
Quieres, quieres saber lo importante
Todo depende de ti
Con el corazón a punto
Porque es navidad

Pon los adornos, saca las luces, el nacimiento está
Coloca el árbol, un villancico y la estrella brillará
Y siempre recuerda ésta canción

Quieres saber una cosa?
Ya se acerca navidad
Prepara una gran sonrisa
Hay mucho que celebrar
Quieres, quieres saber lo importante
Todo depende de ti
Con el corazón a punto
Porque es navidad

Ya llega el niño, María duerme, San José en el portal
Junto a los reyes prepara todo la fiesta va a empezar
Este es el día especial

Quieres saber una cosa?
Ya se acerca navidad
Prepara una gran sonrisa
Hay mucho que celebrar
Quieres, quieres saber lo importante
Todo depende de ti
Con el corazón a punto
Con el corazón a punto
Con el corazón a punto
Porque es navidad
Porque es navidad

En el nombre del Padre,
y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
SALUDO
La gracia y la paz de parte de Dios nuestro Padre y de Jesucristo el Señor, estén con todos ustedes.
Y con tu espíritu.
ACTO PENITENCIAL
Tantas veces hemos usado los dones de Dios demasiado a la ligera, como si se nos hubieran dado para nosotros solos, y así no servimos ni a Dios ni a la Iglesia.
Pidamos sinceramente al Señor que nos perdone.
(Silencio)

Señor Jesús, cuando viniste a nosotros querías liberarnos de todo miedo y temor.

Señor, ten piedad.

Señor, ten piedad.

Cristo Jesús, tú nos has confiado el futuro de la Iglesia y de tu Reino.

Cristo, ten piedad.

Cristo, ten piedad.

Señor Jesús, tú nos has hecho libres y responsables al servicio de Dios y del mundo.

Señor, ten piedad.

Señor, ten piedad.

Ten piedad de nosotros, Señor, perdónanos por emplear mal o dejar inactivos tus dones. Haznos servidores como tú y contigo, y llévanos a la vida eterna.

GLORIA

ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, Dios nuestro, alegrarnos siempre en tu servicio porque la profunda y verdadera alegría está en servirte siempre a ti, autor de todo bien. Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén
Tomen asiento daremos inicio a la:
LITURGIA DE LA PALABRA
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA
La verdadera esposa del hombre es la sabiduría que nos acerca a Dios y nos abre con sinceridad a los hermanos. Son muchos los beneficios y las gracias que podemos disfrutar si confiamos en Dios. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.
PRIMERA LECTURA
Del libro de los Proverbios 31, 10-13.19-20. 30-31

Dichoso el hombre que encuentra una mujer hacendosa: muy superior a las perlas es su valor.

Su marido confía en ella y, con su ayuda, él se enriquecerá; todos los días de su vida le procurará bienes y no males.

Adquiere lana y lino y los trabaja con sus hábiles manos. Sabe manejar la rueca y con sus dedos mueve el huso; abre sus manos al pobre y las tiende al desvalido.

Son engañosos los encantos y vana la hermosura; merece alabanza la mujer que teme al Señor. Es digna de gozar del fruto de sus trabajos y de ser alabada por todos.

Palabra de Dios

Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 127
Dichoso el que teme al Señor.
Dichoso el que teme al Señor.

Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos:
comerá del fruto de su trabajo,
será dichoso, le irá bien.

Dichoso el que teme al Señor.

Su mujer como vid fecunda,
en medio de su casa;
sus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de su mesa.

Dichoso el que teme al Señor.

Ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor:
"Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén,
todos los días de tu vida".

Dichoso el que teme al Señor.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA
Pablo recuerda a todos los cristianos que la venida final de Jesús es impredecible.
El Señor viene. Vivimos en la espera. Una espera llena de paz, confianza y luz. El cristiano no tiene miedo al Día del Señor porque vive en el amor de Dios y de los hermanos.
Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.
SEGUNDA LECTURA
De la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 5, 1-6

Hermanos: Por lo que se refiere al tiempo y a las circunstancias de la venida del Señor, no necesitan que les escribamos nada, puesto que ustedes saben perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando la gente esté diciendo: "¡Qué paz y qué seguridad tenemos!", de repente vendrá sobre ellos la catástrofe, como de repente le vienen a la mujer encinta los dolores del parto, y no podrán escapar.

Pero a ustedes, hermanos, ese día no los tomará por sorpresa, como un ladrón, porque ustedes no viven en tinieblas, sino que son hijos de la luz y del día, no de la noche y las tinieblas. Por lo tanto, no vivamos dormidos, como los malos; antes bien, mantengámonos despiertos y vivamos sobriamente.

Palabra de Dios

Te alabamos, Señor.

MONICIÓN AL EVANGELIO
Vamos a proclamar la parábola de los talentos, del trabajo, del servicio, de la creación.
Todos hemos recibido algún don pero no todos lo hemos puesto al servicio de los otros.
Todos hemos recibido el don de la vida pero no todos hemos trabajado para hacer la vida más humana, más feliz, más amable.
Escuchemos la proclamación del evangelio.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 15, 4.5
Aleluya, Aleluya
Coro
Aleluya, aleluya
Aleluya, aleluya.
Estrofa 1
Ven Señor Jesús,
a darnos la paz.
Coro
Aleluya, aleluya
Aleluya, aleluya.
Permanezcan en mí y yo en ustedes, dice el Señor; el que permanece en mí da fruto abundante.
Aleluya, Aleluya
EVANGELIO
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.

Del santo Evangelio según san Mateo 25, 14-30
Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola:

"El Reino de los cielos se parece también a un hombre que iba a salir de viaje a tierras lejanas; llamó a sus servidores de confianza y les encargó sus bienes. A uno le dio cinco millones; a otro, dos; y a un tercero, uno, según la capacidad de cada uno, y luego se fue.
El que recibió cinco millones fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió un millón hizo un hoyo en la tierra y allí escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo regresó aquel hombre y llamó a cuentas a sus servidores. Se acercó el que había recibido cinco millones y le presentó otros cinco, diciendo:

'Señor, cinco millones me dejaste; aquí tienes otros cinco, que con ellos he ganado'.

Su señor le dijo:

'Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor'.

Se acercó luego el que había recibido dos millones y le dijo:

'Señor, dos millones me dejaste; aquí tienes otros dos, que con ellos he ganado'.

Su señor le dijo:

'Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor'.

Finalmente, se acercó el que había recibido un millón y le dijo:

'Señor, yo sabía que eres un hombre duro, que quieres cosechar lo que no has plantado y recoger lo que no has sembrado. Por eso tuve miedo y fui a esconder tu millón bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo'.

El señor le respondió:

'Siervo malo y perezoso. Sabías que cosecho lo que no he plantado y recojo lo que no he sembrado. ¿Por qué, entonces, no pusiste mi dinero en el banco para que, a mi regreso, lo recibiera yo con intereses? Quítenle el millón y dénselo al que tiene diez.

Pues al que tiene se le dará y le sobrará; pero al que tiene poco, se le quitará aun eso poco que tiene. Y a este hombre inútil, échenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación' ".

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

Tomen asiento
HOMILÍA
No enterrar la vida

La parábola de los talentos es seguramente una de las más conocidas. Antes de salir de viaje, un señor confía sus bienes a tres empleados. Los dos primeros se ponen de inmediato a trabajar. Cuando el señor regresa, le presentan los resultados: ambos han duplicado los talentos recibidos. Su esfuerzo es premiado con generosidad, pues han sabido responder a las expectativas de su señor.

La actuación del tercer empleado es extraña. Lo único que se le ocurre es «esconder bajo tierra» el talento recibido y conservarlo seguro hasta el final. Cuando llega el señor, se lo entrega pensando que ha respondido fielmente a sus deseos: «Aquí tienes lo tuyo». El señor lo condena. Este empleado «negligente y holgazán» no ha entendido nada. Solo ha pensado en su seguridad.

El mensaje de Jesús es claro. No al conservadurismo, sí a la creatividad. No a una vida estéril, sí a la respuesta activa a Dios. No a la obsesión por la seguridad, sí al esfuerzo arriesgado por transformar el mundo. No a la fe enterrada bajo el conformismo, sí al seguimiento comprometido a Jesús.

Es muy tentador vivir siempre evitando problemas y buscando tranquilidad: no comprometernos en nada que nos pueda complicar la vida, defender nuestro pequeño bienestar. No hay mejor forma de vivir una vida estéril, pequeña y sin horizonte.

Lo mismo sucede en la vida cristiana. Nuestro mayor riesgo no es salirnos de los esquemas de siempre y caer en innovaciones exageradas, sino congelar nuestra fe y apagar la frescura del evangelio. Hemos de preguntarnos qué estamos sembrando en la sociedad, a quiénes contagiamos esperanza, dónde aliviamos sufrimiento.

Sería un error presentarnos ante Dios con la actitud del tercer siervo: «Aquí tienes lo tuyo. Aquí está tu evangelio, el proyecto de tu reino, tu mensaje de amor a los que sufren. Lo hemos conservado fielmente. No ha servido para transformar nuestra vida ni para introducir tu reino en el mundo. No hemos querido correr riesgos. Pero aquí lo tienes intacto».

Nos ponemos de pie
Credo Niceno-Constantinopolitano
CREDO NICENO-CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un solo Dios,
Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;

que por nosotros, los hombres,
y por nuestra salvación bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre;

y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día,
según las Escrituras, y subió al cielo,

y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.

Creo en la Iglesia, que es una,
santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo Bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro.
Amén.

PLEGARIA UNIVERSAL

Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras súplicas y acoja con bondad nuestras peticiones diciendo:

Te rogamos, óyenos.

Te rogamos, óyenos.

1. Por todos los bautizados que formamos la Iglesia: laicos y ministros ordenados, para que el Señor nos acompañe en cada paso, y nos ayude a ser fermento de esperanza en medio de una sociedad que sufre los estragos de la violencia. Roguemos al Señor.

Te rogamos, óyenos.

2. Por los gobernantes y todos los que se dedican a la política, para que con valentía y dedicación se pongan al servicio del pueblo y de sus necesidades reales, procurando la unidad, la seguridad, la justicia y la paz en nuestro País. Roguemos al Señor.

Te rogamos, óyenos.

3. Por todos nosotros, ciudadanos de esta noble nación mexicana, para que, ante el deterioro del tejido social, la división, la corrupción y los múltiples daños que la violencia ha provocado, seamos un pueblo lleno de esperanza cristiana que afronte con valentía la construcción de la paz. Roguemos al Señor.

Te rogamos, óyenos.

4. Por los que en las últimas semanas sufren a causa de los desastres naturales, para que, la ayuda generosa de hombres y mujeres de buena voluntad sea para ellos, bálsamo y cobijo en medio de sus penas y angustias. Roguemos al Señor.

Te rogamos, óyenos.

5. Por todos los que habitamos este mundo, nuestra casa común, para que, con una conciencia ecológica responsable, se promueva todo aquello que, frente al calentamiento global, nos ayude a ser cuidadosos del medio ambiente. Roguemos al Señor.

Te rogamos, óyenos.

6. Por las víctimas de abusos por parte de hombres y mujeres de la Iglesia: para que la valentía con la que el Papa Francisco y los obispos están afrontando esta plaga, favorezca caminos de curación y haga posible una escucha que encienda la luz de la esperanza para salir de la sombra de la vergüenza y del silencio. Roguemos al Señor.

Te rogamos, óyenos.

7. Por nuestros difuntos, para que, cantando al que era, al que es y al que ha de venir, gocen de la paz de vivir eternamente con Él. Roguemos al Señor.

Te rogamos, óyenos.

Señor, bajo cuya providencia se desarrolla el curso de la historia, muéstrate benigno ante nuestras súplicas y concédenos aquello que nos ayude a construir la paz. Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

ORACION POR LAS VOCACIONES

Oh, Jesús,
Pastor eterno de las almas,
dígnate mirar
con ojos de misericordia
a esta porción de tu grey amada.
Señor, gemimos en la orfandad,
danos vocaciones,
danos sacerdotes y religiosos santos.
Te lo pedimos por la Inmaculada
Virgen María de Guadalupe,
tu dulce y Santa Madre.
Oh Jesús, danos sacerdotes y religiosos
según tu corazón. Amén.

Pueden sentarse, ahora iniciamos la:
LITURGIA EUCARÍSTICA
MONICIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te presentamos Señor, este pan y este vino, signos de nuestra fe comprometida en invertir nuestros talentos para ponerlos al servicio de nuestros hermanos y que se nutre del Cuerpo y Sangre de nuestro Señor Jesucristo, en que convertirás estas ofrendas.
CANTO DE OFRENDAS
Estrofa 1
En la espera de que vengas, oh Señor,
preparamos esta ofrenda bajo el sol,
bajo el sol que nos anuncia,
la pronta llegada tuya
preparamos nuestro corazón.
Coro
Y recibe, oh Dios, mi vida
que la traigo aquí rendida
y transfórmala en tu amor.
Estrofa 2
Con el trigo, el trajín de una jornada,
con el vino, la alegría y el amor,
toma nuestras esperanzas,
sacrificios de alabanzas
que sean gratos a tu corazón.
Coro
Y recibe, oh Dios, mi vida
que la traigo aquí rendida
y transfórmala en tu amor.

A TI, SEÑOR

A ti Señor, levantaré mi alma
A ti Señor, levantaré mi alma
Oh Dios mío en ti confío,
no sea yo avergonzado, no se alegren
de mí mis enemigos.

De los pecados de mi juventud
y de mis rebeliones no te acuerdes más.
Oh Dios mío en ti confío,
no sea yo avergonzado, no se alegren
de mí mis enemigos.

¿Quién es el hombre que teme al Señor?
Él le enseñará el camino a seguir.
Oh Dios mío en ti confío,
no sea yo avergonzado, no se alegren
de mí mis enemigos.

Mira mi aflicción y mi trabajo
y perdóname mis pecados.
Oh Dios mío en ti confío,
no sea yo avergonzado, no se alegren
de mí mis enemigos.

Guarda mi alma y líbrame
no sea yo avergonzado porque en ti confíe
Oh Dios mío en ti confío,
no sea yo avergonzado, no se alegren
de mí mis enemigos.

Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros pan de vida.

Por el misterio de esta agua y este vino, haz que compartamos la divinidad de quien se ha dignado participar de nuestra humanidad.

Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; Él será para nosotros bebida de salvación.

Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde; que éste sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios nuestro.

Lava del todo mi delito. Señor, y limpia mi pecado.

De pie

Oren, hermanos, para que este sacrificio, mío y de ustedes, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Señor, que estas ofrendas que ponemos bajo tu mirada, nos obtengan la gracia de vivir entregados a tu servicio y nos alcancen, en recompensa, la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén

El Señor esté con ustedes.

Y con tu espíritu.

Levantemos el corazón

Lo tenemos levantado hacia el Señor.

Demos gracias al Señor, nuestro Dios

Es justo y necesario

PREFACIO: Cooperación

Es nuestra obligación, es lo que nos corresponde hacer, demostrarte cada día nuestro agradecimiento, Padre Dios, porque nos diste la existencia y nos mantienes con vida. Pero no podemos cruzarnos de brazos en nuestro rincón y quedarnos contentos diciendo que cumplimos todos los mandamientos de Moisés, los de la Iglesia y los de la sociedad civilizada que vivimos.

El reto y el compromiso es mucho mayor, Señor, porque entre todos y para todos hemos de hacer un mundo justo y solidario. Gracias por tu Espíritu, que nos impulsa a hacer el bien y tratar de remediar los problemas que nosotros mismos ocasionamos a diario en la tierra.

Enciende nuestro corazón y haz ahora que brote con cariño de nuestra boca este himno que ensalza tu grandeza.

SANTO

Estrofa 1
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del universo,
llenos están, el cielo y la tierra,
de tu gloria, hosanna
Coro
Hosanna, hosanna,
hosanna en el cielo,
hosanna, hosanna,
hosanna en el cielo.
Estrofa 2
Bendito el que viene
en el nombre del Señor,
hosanna en el cielo,
hosanna.
Coro
Hosanna, hosanna,
hosanna en el cielo,
hosanna, hosanna,
hosanna en el cielo.

SANTO

Santo, Santo, Santo, El Señor Dios del Universo
el cielo y la tierra están llenos de su gloria.

Hosanna, hosanna, hosanna en lo alto del cielo
Hosanna, hosanna, hosanna en lo alto del cielo.

Bendito el que viene en el nombre del Señor

Hosanna, hosanna, hosanna en lo alto del cielo
Hosanna, hosanna, hosanna en lo alto del cielo.

Gracias te damos, Padre santo, por tu hijo Jesús, nuestro hermano mayor, el hijo del hombre, el hombre pleno, tu proyecto y tu diseño hecho carne. Gracias, Dios, por tu hijo Jesús, que nos descubrió tu amor de Padre y nos enseñó a amarnos como hermanos, a compartir y ayudarnos. Predicó este sencillo mensaje una y otra vez, con palabras y con hechos, aunque nos hemos empeñado en maquillarlo hasta hacerlo irreconocible.

Gracias, Padre, porque nos ha impactado la palabra y el ejemplo de Jesús. Guiado por la luz de tu Santo Espíritu, Jesús fue modelo de generosidad, y dedicación a los demás y debe inspirar nuestro comportamiento.

Consagración del Pan y el Vino

Por eso te suplicamos Señor que derrames tu Santo Espíritu sobre estos dones de Pan y Vino y así se nos conviertan en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo Jesús, nuestro Señor.

Porque él mismo, la noche en que iba a ser entregado, y, mientras cenaba con sus discípulos, tomó pan, y dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:

Tomen y coman todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por ustedes.

Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, dando gracias te bendijo, y lo pasó a sus discípulos, diciendo:

Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los pecados.

Hagan esto en conmemoración mía.

Éste es el Misterio de la fe. Cristo se entregó por nosotros.

Salvador del mundo, sálvanos, tú que nos has liberado por tu cruz y resurrección.

Estos signos son el testimonio de nuestra fe en Jesús, que alcanzó su plenitud personal, su felicidad y su gloria entregando su vida, toda ella, a diario y hasta su muerte, por amor a sus hermanos.

Creemos en Jesús, que está para siempre en Dios y también entre nosotros. Ilumina, Señor, nuestro camino, particularmente, el camino del Papa Francisco, de nuestro Obispo Carlos y el de todos los Obispos del mundo, presbíteros y diáconos, y danos convicciones claras y firmes, que tu Espíritu nos impulse a movernos, a salir de nuestros egoísmos.

No podríamos decir que seguimos a Jesús, ni que somos cristianos, si apenas nos importan las desgracias ajenas y tranquilizamos nuestra conciencia dando únicamente parte de lo que nos sobra.

Cólmanos de energía, de ilusión y de entusiasmo y que el buen ejemplo de unos y otros, inspirados en la acción de María madre de tu Hijo, de San José su esposo y de todos los santos y mártires, nos impida caer en el desánimo.

Queremos, Padre bueno, pedirte por el feliz descanso de nuestros hermanos difuntos y suplicarte que gocen eternamente en compañía de tu hijo Jesús. Agradecemos todos tus regalos, bendiciendo tu nombre ahora y siempre.

Amén

Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
Amén.
RITO DE COMUNIÓN

Antes de participar en el banquete de la Eucaristía, signo de reconciliación y vínculo de unión fraterna, oremos juntos como el Señor nos ha enseñado:

Padre Nuestro
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros
perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

Líbranos de todos los males, Señor y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.
Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: "La paz les dejo, mi paz les doy", no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
La paz del Señor esté siempre con ustedes.
Y con tu espíritu.
Compartamos un cordial saludo de paz.
CORDERO
Estrofa 1
Cordero de Dios que quitas
el pecado del mundo.
ten piedad de nosotros
ten piedad de nosotros.
Estrofa 2
Cordero de Dios que quitas
el pecado del mundo.
ten piedad de nosotros
ten piedad de nosotros.
Estrofa 3
Cordero de Dios que quitas
el pecado del mundo.
danos la paz, danos la paz,
danos, danos, danos la paz,
danos, danos, danos la paz.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo
Ten piedad de nosotros, ten piedad de nosotros.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo
Ten piedad de nosotros, ten piedad de nosotros.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo
Danos la paz, danos la paz.

El Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, unidos en este cáliz, sean para nosotros alimento de vida eterna.

Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que por voluntad del Padre, cooperando el Espíritu Santo,diste con tu muerte la vida al mundo, líbrame, por la recepción de tu Cuerpo y de tu Sangre, de todas mis culpas y de todo mal.

Concédeme cumplir siempre tus mandamientos y jamás permitas que me separe de ti.

Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una Palabra tuya bastará para sanarme.
MOTIVACIÓN A LA ANTÍFONA DE COMUNIÓN

Antes de recibir a Jesús Eucaristía, digamos juntos la Antífona de la Comunión.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 22, 1-2

El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas.

Pueden sentarse
CANTO DE COMUNIÓN
Estrofa 1
Una voz clama en el yermo:
"preparad los caminos a Dios",
su verbo proclama su gloria
y aquellos que creen la verán.
Coro
Ven Señor de la justicia,
ven Jesús nuestra esperanza
ven Señor de la justicia,
ven Jesús nuestra esperanza.
Estrofa 2
El Espíritu está sobre ti, Jesús,
la Buena Nueva a los pobres traes,
la libertad al cautivo,
la luz a los ciegos das.
Coro
Ven Señor de la justicia,
ven Jesús nuestra esperanza
ven Señor de la justicia,
ven Jesús nuestra esperanza.
Estrofa 3
Por nuestra desobediencia
entró el dolor en el mundo,
mas Tú cargando con ella
rescatas a la humanidad.
Coro
Ven Señor de la justicia,
ven Jesús nuestra esperanza
ven Señor de la justicia,
ven Jesús nuestra esperanza.
Estrofa 4
Bendito seas, Dios de Israel,
porque eres fiel a tu alianza
y has liberado a tu pueblo
de toda injusticia y temor.
Coro
Ven Señor de la justicia,
ven Jesús nuestra esperanza
ven Señor de la justicia,
ven Jesús nuestra esperanza.


 


 

VEN SEÑOR

Mi Jesús, hoy quiero cantar
Que mi corazón dispuesto está
Tu amor y Tu majestad
En el una cuna encontrarán

Por eso ven, ven Señor,
Ilumina al mundo entero
Con tu paz y amor.
Ven Señor
Enciende otra vez el fuego
De mi corazón.
Ven Señor
Que hoy también yo quiero
Sentir tu calor.
Ven Señor
Que un pesebre encontrarás
En mi corazón.

Entra en mí, otra vez Señor,
como en mi primera comunión
no soy el mejor, pero aquí estoy,
se que tú me quieres tal cual soy.

Por eso ven, ven Señor,
Ilumina al mundo entero
Con tu paz y amor.
Ven Señor
Enciende otra vez el fuego
De mi corazón.
Ven Señor
Que hoy también yo quiero
Sentir tu calor.
Ven Señor
Que un pesebre encontrarás
En mi corazón.

Al cerrar, mis ojos Señor,
te siento muy cerquita de mi,
y al mirar tu rostro mi Dios
yo siempre te veo sonreír.

Por eso ven, ven Señor,
Ilumina al mundo entero
Con tu paz y amor.
Ven Señor
Enciende otra vez el fuego
De mi corazón.
Ven Señor
Que hoy también yo quiero
Sentir tu calor.
Ven Señor
Que un pesebre encontrarás
En mi corazón.

A veces Señor, me niego a Tu amor,
camino sin pensar en ti,
por eso Jesús, te pido perdón,
y me acerco confiado en Tu amor.

Por eso ven, ven Señor,
Ilumina al mundo entero
Con tu paz y amor.
Ven Señor
Enciende otra vez el fuego
De mi corazón.
Ven Señor
Que hoy también yo quiero
Sentir tu calor.
Ven Señor
Que un pesebre encontrarás
En mi corazón.


 


 


 

REFLEXIÓN

Los invitamos a unirse en oración pidiendo al Señor por la paz en nuestro país.

ORACIÓN POR LA PAZ Y LA RECONSTRUCCIÓN DE LAS ZONAS AFECTADAS POR EL HURACÁN

"En medio de los desafíos que enfrentamos como nación, anhelamos la paz para cada rincón de México, una paz que trascienda fronteras y abrace a cada ciudadano con un sentido renovado de seguridad y tranquilidad. Al mismo tiempo, extendemos nuestras manos solidarias hacia aquellos que se encuentran en las áreas devastadas por el huracán, reconociendo el dolor y la pérdida que han experimentado.

En la reconstrucción de estas comunidades, aspiramos a más que la mera restauración de infraestructuras. Buscamos reconstruir la esperanza, la confianza y la resiliencia en el tejido mismo de estas comunidades. Que cada mano que trabaje en la reconstrucción sea portadora de empatía y compasión, recordando siempre que detrás de cada hogar destruido hay historias de valentía y lucha.

Que la paz y la reconstrucción vayan de la mano, tejiendo un tapiz de unidad y comprensión en el que cada hilo represente un acto de amor y solidaridad. En este proceso, anhelamos un México más fuerte, más unido y más resiliente, donde las cicatrices del pasado se conviertan en testimonios de superación y renacimiento." Te lo pedimos humildemente por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Avisos Parroquiales
AVISOS PARROQUIALES
  • Lunes 20 de noviembre es día de descanso obligatorio por ley y NO habrá servicios parroquiales.
  • Seguimos solicitando despensa y medicinas para los pobres de la comunidad y para los albergues de migrantes.
  • Regalos para la tómbola que se realizará el 3 de diciembre, para la comida de Navidad de nuestros hermanos más pobres.
  • Hemos dado comienzo al tiempo del DIEZMO. La ayuda a la Iglesia es muy importante, especialmente para la manutención de los padres jubilados y todo lo que tiene que ver con su salud. Agradecemos infinitamente su apoyo.
  • De pie
    ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

    Al recibir, Señor, el don de estos sagrados misterios, te suplicamos humildemente que lo que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya, nos aproveche para crecer en nuestra caridad fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

    Amén.

    RITO DE CONCLUSIÓN

    El Señor esté con ustedes

    Y con tu espíritu

    La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes.

    Amén

    MOTIVACIÓN A LA SALIDA

    Invirtamos la riqueza que Dios nos ha dado…

    Glorifiquen al Señor con su vida. Pueden ir en paz.

    Demos gracias a Dios.

    CANTO DE SALIDA
    Estrofa 1
    Si no soy capaz de dar mi vida por amor.
    Si no puedo yo entregarle todo a los demás.
    Si al abrir los labios no predico la verdad.
    Soy hoja en el viento, nada soy.
    Estrofa 2
    Si no puedo amar más que a mi pobre corazón.
    Si no entiendo en pleno la palabra caridad.
    Si cuando he caído no hago nada por cambiar.
    Soy grano de arena, nada soy.
    Coro
    Tú me transformas, Señor, a cada instante,
    por ti yo puedo cambiar para salvarme,
    dame tu mano y verás dame esperanza,
    como la lluvia a la flor tu me haces falta,
    sólo con Dios ya lo ves,
    tengo un nuevo corazón.
    Tú tienes tantas formas de amar.
    Tú tienes tantas formas de amar.

    UNA ENTRE TODAS

    Una entre todas fue la escogida;
    fuiste Tú, María, la elegida,
    Madre del Señor, Madre del Salvador.

    María, llena de gracia y consuelo,
    ven a caminar con el pueblo,
    nuestra Madre eres Tú.
    María, llena de gracia y consuelo,
    ven a caminar con el pueblo,
    nuestra Madre eres Tú.

    María, llena de gracia y consuelo,
    ven a caminar con el pueblo,
    nuestra Madre eres Tú.
    María, llena de gracia y consuelo,
    ven a caminar con el pueblo,
    nuestra Madre eres Tú.

     

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